Domingo, 07 de agosto de 2011
Soy José Oscar Ernesto Cota Carrasco, matemático de nacimiento, actuario de profesión, programador en mis horas libres, creyente de la Fe Católica, bailador de tiempo completo y escritor cuando nadie me ve. Soy una persona que cree en la libertad, en los derechos de las personas, la equidad de género, la participación ciudadana para un mejor país y en los valores que debemos vivir en familia para llegar a una integridad única. Admiro la belleza de la naturaleza, sus paisajes y sus fenómenos. Me conmueve el amor, el cariño, la comprensión, la solidaridad, la tolerancia, y la paciencia. Me puedo describir con una persona seria, reservada, curiosa, de buen humor, y algunas veces terca es sus creencias y deducciones.
Nací el 28 de septiembre de 1986 en la ciudad de Hermosillo, Sonora. Hijo de Marisa Yvonn Carrasco Esquer, y Ernesto Cota Delgado. Tengo dos hermanos menores, Daigaro Juan Pedro y Mariano Ernesto. Estudie mi primaria en IMARC, la secundaria en TAES, y la preparatoria en el TEC de Monterrey Campus Sonora Norte, todas ellas escuelas particulares y de educación bilingüe. Durante la primaria siempre participe en los concursos de matemáticas internos, obteniendo siempre importantes lugares, inspirado en las figuras paternas de mi familia, Papa, y abuelos.
De mi infancia recuerdo que no me gustaba la escuela, aun así me interesaba mucho la lectura, adquirir conocimientos nuevos y visitar la biblioteca. La lectura es una práctica que con el tiempo volví un habito. Recuerdo mi primera computadora a los ocho años de edad, con la cual jugaba ajedrez, y mediante el auto aprendizaje, mi primer programa en C. Mientras el internet avanzo logre aprender más y en primero de secundaria puse en la red mi primera página de internet. También recuerdo ir a catecismo los sábados, y cumplir con mis deberes como creyente.
Los recuerdos a los que les tengo más cariño, es a todos los momentos familiares que viví. Fiestas de cumpleaños, viajes de vacaciones, navidades, semanas santas, puentes y fines de semana. Mi familia se caracteriza por siempre buscar la convivencia, no solamente con la familia nuclear sino con que involucramos a toda la familia extensiva, primos, abuelos, tíos, amigos, vecinos y agregados culturales. Uno de los eventos que pudiera haber sido de los que me definen ahora pude haber sido la quinceañera de una prima. Tal vez la primera quinceañera a la que asistí. En esta fiesta por primera vez baile. Sentí la música, escuche la música y deje que mis pies y mis brazos se movieran al ritmo de ella. Desde entonces el baile ha sido uno de mis actividades favoritas. He incluso he participado en clases de danza clásica en la prepa, en el ballet folklórico en la Universidad de las Américas, Puebla y en clases de salsa en la Universidad Autónoma de Guadalajara.
Durante mis años de estudio en la preparatoria, me di cuenta que no quería estudiar alguna ingeniera o licenciatura. Toda la vida me habían interesado las matemáticas y empecé a investigar sobre más carreras que involucraran más a las matemáticas; encontré la carrera de actuario. Ya una vez decidido que iba a estudiar, empecé a aplicar a diferentes universidades. Durante el bachillerato también estudie lenguas, francés y japonés.
La primera universidad en darme el aviso de que había sido admitido fue la UDLAP. El campus de esta universidad es hermoso, está lleno de jardines y su arquitectura es de un estilo europeo lo cual de hace sentir que estas en una universidad estadounidense. Entonces decidí irme a Puebla. Yo solo había estado una vez en Puebla, y fue en el 5to grado de primaria, cuando participe en el Concurso Nacional de Rondallas, el cual pertenecí 4to, 5to y 6to, primaria. Entonces explorar la ciudad, y aprender sus lugares y rincones fue una de mis primeras tareas. Siempre comento a la gente que yo solo presumo una cualidad y es la de ubicarme. En las ciudades siempre encuentro como ubicarme, no se me olvidan los lugares estratégicos, he incluso he llegado a dar instrucciones de cómo moverse a personas que han vivido en la ciudad toda su vida.
Durante el año que estuve en Puebla también fue el año en el cual tenía que cumplir con mi servicio militar. El cual empecé en Hermosillo, y concluí en Puebla, perteneciendo al 25vo zona militar. La experiencia del servicio militar fue un periodo excelente de aprender y convivir con diferentes personas, con diferentes pasados y diferentes futuros. Este aprendizaje aunado a mi primer año de la universidad junto con la primera vez que vivía sin mis padres, sirvió para que fuera un año de autoconocimiento, de madurez y de importantes decisiones. Al final decidí que Puebla no era una ciudad donde me quería quedar y regrese a mi hogar.
En Hermosillo, mi mamá me alentó a que concluyera mi carrera de actuario, y acudí a la carta de aceptación que me había enviado la UAG. Con un año de experiencia en Puebla, con mucho de haber aprendido en el Servicio Militar, y con los pies bien puestos en la tierra logre adaptarme con mucho más facilidad en la ciudad de Guadalajara. Mis compañeros fueron excepcionales y mantengo una envidiable amistad con varios de ellos. A principios del 2008, decidí que debía internacionalizarme y hacer un intercambio, aprovechando las facilidades y el programa que presentaba la escuela. Para junio de ese año tenía todo listo para partir el 20 de agosto a una nueva aventura de experiencias nuevas y más aprendizajes, en la Universidad de Alberta, en Edmonton, Canadá.
En Canadá aprendí a reconocer los talentos y aptitudes de las demás personas, que vivimos en una sociedad y que todos debemos participar en ella. Aprendí que en lugares tan avanzados en tecnología también lo son en cuestiones sociales, que cuidan y protegen la equidad de género, el respeto entre culturas y la libertad de expresión.
Cuando regrese de Canadá quede con una gran inquietud de hacer algo, de buscar un cambio y de intentar ser un ejemplo para los demás. También cuando regrese fue el último semestre que estudie, y fue mi graduación de la Universidad. Creí que buscar trabajo iba a ser difícil, y no lo fue o al menos eso pensé. El lunes después de mi fiesta de graduación, empecé a trabajar como bróker de Forex. Como lo mencione la oportunidad estuvo ahí, pero no era en realidad lo que yo estaba buscando. Después de seis meses me di cuenta que no era el trabajo que yo quería y que era mejor salirme a buscar el trabajo que uno quiere y no el que pueda tener.
Después de dos meses regrese a Hermosillo, y con esa inquietud de lo que había aprendido en Canadá, junto con mi idea de que uno debe hacer lo que quiere y no lo que puede, empecé a hacer varias actividades. Una de ellas fue Cota – Stats, un proyecto en el cual empecé a hablarle a las empresas de las pensiones privadas, los planes que existen en México y la importancia de considerarlas. También empecé a agrupar a un grupo de jóvenes, que después decidimos llamarnos Espacios Recreativos con el fin de realizar una participación ciudadana exigiendo espacios para los jóvenes entre ellos, una parque lineal como el que se hace en Colombia y la vía recreativa en Guadalajara. Durante este periodo vendí casas de interés social, en una empresa llamada Casas A Terceros.
Aplique para la maestría en matemáticas en la Universidad de Sonora, fui aceptado y estudie dos semestres hasta que recibí una llamada para desempeñarme en un puesto que siempre me llamo la atención, en una empresa que siempre quise pertenecer; trabajar como especialista de riesgos en Bancomer. Actualmente me desempeño en este puesto y vivo en Guadalajara Jalisco. A pesar de mis experiencias viviendo solo, siempre extraño a mi mama, a mi papa y a mis dos hermanos.
He desarrollado habilidades como el liderazgo, ser analista, la rápida toma de decisiones y la de las ventas. Dentro de mis planes a corto y mediano plazo, son el de terminar mi maestría en matemáticas, dar clases en alguna universidad, concretar el proyecto de Espacios Recreativos, viajar con mi familia, seguir estudiando lenguas y más adelante comenzar un negocio propio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario