lunes, 24 de febrero de 2014
Mi trabajo
Existen deportistas quienes, su trabajo depende de sus capacidades físicas, de su cuerpo, y el tiempo que le dedican a entrenar. Sus remuneraciones dependen de su fama. Existen políticos, cuyo trabajo esta relacionado con sus habilidades para socializar y hacer amigos. Su cheque dependerá de su habilidad para convencer, chantajear y manipular a las masas. Existen carpinteros y artistas, cuyo trabajo es interesante y el cual depende de la coordinación que tengan sus vista y sus manos. Su capacidad para controlar este dependerá la calidad de sus obras y el precio de estas. Existen administradores, expertos en toma de decisiones. Mi capacidad física esta limitada por mis brazos y piernas cortas. No entreno y me causa mareos solo intentar pensarlo. Soy tímido y he batalla do mi vida entera en poder convivir con los demás. No veo, tengo miopía y astigmatismo, y dependo de mis ante ojos. Mis manos son delicadas, no quisiera usarlas en trabajos forzosos. No encuentro una clara diferencia entre ayudar y desgastarse... Por eso lo evito lo más que puedo.
Dentro de mi cabeza alma ceno un cerebro, que se constituye de agua y grasa. Pesa alrededor de 13 kg. Y he aprendido a usarlo muy bien. Puedo realizar varias cuentas y operaciones con el. Puedo dividirlo en infinidad de pares y jugar ajedrez en cada una de ellas. Puedo escribir un código de programación, debuggearlo, iterarlo. Puedo hacer con mi imaginación que los deportistas manden a los políticos, los administradores construyan puentes a los ingenieros, y que los artistas den misa a los creyentes. Con mi mente puedo hacer que la mujer que yo desee tenga un momento apasionante e inimaginable para ella. Creo música que hipnotiza a cualquier sirena en el mar. Construyo edificios que hacen llorar a los presidentes más poderosos. Planto, siembro y cuido flores que también piensan. Recuerdo todas las deliciosa comidas que he tenido, las saboreo y las vuelvo a disfrutar. Puedo crear nuevas comidas, nuevos sistemas, nuevos procesos y hasta nuevos pensamientos. No necesito mis brazos, ni hablar, ni ver. Solamente lo hago. Lo hago sentado, mientras camino, acostado. Puedo pensar y soy bueno pensando.
Ah!, y me paguen por ello.
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