Cuentan las viejas montanas, los ríos, y la hermosa vegetación de este caluroso desierto, que en ese edificio, a un lado del famoso restaurante de carnes asadas, trabaja un joven actuario. El joven, matemático por nacimiento, actuario de profesión, trabaja en el cuarto piso de ese simbólico edificio de la ciudad. Se le ve entrar de lunes a viernes a las 8:07 am, con sus pantalones bien planchados, y su camisa de algún tono pastel. Siempre cinto y zapatos del mismo color café. El joven no sale hasta las 6:04 pm. ‘CasiWapo” como algunos del edificio lo llaman, llega en su bicicleta Brompton, una bicicleta negra, plegable, que se ve vieja, pero en buen funcionamiento mecánico. Lleva un casco color verde militar, un saco, también viejo, de color azul marino. Las pocas personas que han hablado con el, dicen que solo contesta sí o no a lo que sea. Siempre lleva un mochila de color café, del mismo color de sus zapatos y de su cinto, y algunos cuentan, que solo trae cacahuates en la mochila. Dicen que solo come cacahuates, pues la sal, la grasa y las proteínas que contienen son las necesarias, para poder soportar las 10 horas de concentración que necesita para resolver los problemas matemáticos a los que lo somete la compañía de riesgos para la cual trabajaba.
‘Casi Wapo’ se gano su apodo pues un día se enamoro de una bella dama, que trabajaba en el piso tres. El joven, conocía a la dama de varios anos atrás, pues estudiaron juntos la preparatoria. Al parecer el dejo de verla a ella mientras estudiaron sus estudios universitarios, y no la volvió a ver hasta que trabajo, para la empresa del cuarto piso. Cuatro anos después, decidió atreverse a hablarle, pero ella lo rechazo, argumentando que estaba ocupada toda la semana. Al darse la media la vuelta, la dama, le dijo a su compañera, que no tenía nada que hacer durante la semana, el problema es que el actuario era ‘casi wapo’, no era lo suficientemente guapo.
La dama fue encontrada asesinada en su departamento, tres días después, a la hora catorce, minuto 15. Curiosamente vivía en el departamento 9, en el piso 2, de la calle 26 esquina avenida 53. La policía sospecho en primera instancia de ‘CasiWapo’, pues pudo haber sido una venganza pasional. Cuando ‘CasiWapo’ fue a testiguar, solo contesto sí o no a todas las preguntas que se le hicieron, esto hizo más sospechoso el caso, y fue encerrado, mientras se demostraba su inocencia. Fue encerrado el 23 de septiembre de 1968, y liberado el 16 de febrero de 1969. Durante ese tiempo, CasiWapo solo se alimento de agua, pan y café, y lo único que pidió fue una hoja de papel, y un lápiz, donde escribió el teorema de la teoría de riesgo. Teoría básica para poder resolver los problemas multivariados del cálculo actuarial, que se enfrentan la mayoría de las empresas de seguros en la actualidad. Sobre todo para poder valuar el riesgo, en zonas de huracanes.
Se demostró la inocencia de CasiWapo, y se encontró al verdadero asesino, quien dicen era nieto del mismísimo ex presidente y dictador Porfirio Diaz. La ecuación fue a dar a manos del Colegio Nacional de Actuarios, se público y lleva el nombre de la empresa para la cual trabajaba CasiWapo, jamás se le dio crédito a CasiWapo, solo le llegaron unas pantuflas de regalo en la próxima navidad, y por única ocasión.
Cuenta la leyenda, que CasiWapo al salir de la cárcel, vio su sombra en el piso, y que grito, como si fuera un cuervo “Ah Ahhhhh ahhhhh Ahhhhhhh”. Ese año la temporada actuarial duro 10 semanas más. Por eso, los actuarios hoy en día, se encierran a mediados de septiembre, y no se les ve salir hasta a principios de febrero. Si durante la temporada actuarial, salen por alguna razón, comen algo que no sean cacahuates, es muy probable que la temporada actuarial se alargue hasta abril.
Aunque Casiwapo aun no ha muerto, es común, que en las escuelas y departamentos de actuaria, estadística, matemáticas y probabilidad, se haga un altar, el día de muertos a su honor, así como también calaveras, rimas y canciones. Casi wapo, aun sigue llegando en su bici, y aunque debe tener alrededor de 90 anos, aun sigue pareciendo un joven, casi apuesto, joven de 27 años de edad, que llega con su bici Brompton, saco viejo y una mochila llena de cacahuates.
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